VIBORESTAURANT, hablaremos de los restaurantes de todo el mundo, desde nuestro punto de vista que logicamente es muy subjetivo.


viernes, 10 de diciembre de 2010

LA MAGIA DEL ROSE EN SAKE TOSCANO

Estuvimos en Sake Toscano, sin lugar a dudas uno de los restaurantes con sabor y  calidad, donde el  sushi y pasta son las estrellas. El restaurante cuenta con un selecto grupo de meseros muy profesionales,  allí empezando la semana realizamos un maridaje del Rose de Campos de Solana y su Sushi. Invitados selectos  siguieron atentamente este nuevo show de Cata Buen Vino y Campos de Solana.
El Rose de Campos de Solana requiere de poco Show, incluso los introductores somos un estorbo, pues cuando el Rose de Campos de Solana 2010 entra en acción se convierte en el amo de la pista y deja alucinados a todos con las fragancias, en nariz reverbera  un ramillete de flores campestres que pudieran bien ser de la zona francesa de la Provence lugar donde nació el Rose.
Cuando el espectáculo alcanza  todo su apogeo es en boca, el Rose se vuelve envolvente y seductor con un toque a caramelo de frutillas, que conjuntamente con su fría textura produce un festival de sensaciones que es el mejor postor para engalanar al sushi.
Así lo vieron así  lo gustaron y lo comprobaron las pituitarias  de los comensales, que al unísono, con muestras de afirmación gozosa daban su aprobación con un “cum laude” al mosto revelación de 2010.
Nunca un Rose ha recibido tantos halagos. No en vano el secreto está en el terroir del valle de Santa Ana de Tarija y de la mano la nariz y el sabor que han tenido los sentidos del enólogo Sergio Correa al realizar es mágico coupage entre el merlot y el malbec de las viñas de Campos de Solana.
Este alarde al empezar la noche, opacó  al trivarietal y al oporto, que venían seguidamente. El Trivarietal se comportó como un caballero acompañando la res con salsa de champiñones y pasta blanca del segundo, estuvo como mandan los cánones: Sobrio a los ojos, serio en nariz, compuesto redondo y con largo final en boca.
 Por su parte el oporto con lo que se le pedía a este dulce,  ya no es que maridara,  sino que bautizó el pai de maracuyá a la perfección prestándole su dulzor y coquetería.
En definitiva un velada muy agradable, en una estancia más que aconsejable, donde el servicio es excelente y la comida incomparable, Un lugar para volver y tomárselo con mucha calma para ver la luna y las estrellas, esto si, no es para ir sólo, siempre tiene que estar acompañado por el Rose de Campos de Solana y el Sushi de Sake Toscano una pareja perfecta.