VIBORESTAURANT, hablaremos de los restaurantes de todo el mundo, desde nuestro punto de vista que logicamente es muy subjetivo.


martes, 12 de febrero de 2013

UN RESTAURANTE ÚNICO EN EL MUNDO



El restaurante Mibu es único en el mundo. Solo tiene una mesa. Una única mesa para ocho personas en poco más de 20 metros cuadrados a la que únicamente tienen acceso habitualmente sus 300 socios.  Hiroyoshi Ishida lleva cocinando toda su vida. Es budista y se inspira en la meditación y la naturaleza para sus creaciones. El matrimonio Hishida gestiona el restaurante más exclusivo  e inaccesible del planeta.
Mibu es Hiroyoshi Hishida y Tomiko Hishida. Mibu es Tomiko e Hiroyoshi.  Mibu es el culto a la excelencia, una oda al virtuosismo más Japonés, una ópera gastronómica, una experiencia fuera de serie, una auténtica oda,  un Haiku a la perfección desde una infatigable óptica Kaizen  -la perfección no existe pero todo es perfectible, principio rector e impulsor de las decenas de milagros japoneses en los últimos siglos-, pero, ante todo y sobre todo, Mibu es el mayor embajador del Japón tradicional, un obsesivo explorador de la belleza, el más ferviente defensor a ultranza de los valores ancestrales de una cultura que fascina y fascinará a cualquier amante del detalle y el buen gusto. Yo estuve allí.
El día en Mibu empieza a las 4.00 a.m en el mercado de Tsukiji contemplando la mayor lonja del mundo. Desde tiempos remotos, el japonés ha sido un pueblo ictiófago. Las cifras hablan por sí mismas: 3.000 toneladas de mercancía al día y 450 tipos de productos marinos, algunos reconocibles, como el famoso atún  rojo, el pulpo o las anguilas, y otros irreconocibles para un occidental. A esa misma hora es cuando Hiroyoshi Hishida se levanta y empieza sus dos horas de diaria meditación y donde a través de esta milenaria técnica consigue identificar combinaciones imposibles en forma de recetas de cocina tradicional Kaiseki, originaria de Kyoto.
Llego con mi amable traductora lingüística e imprescindible intérprete cultural y organoléptica,  al minúsculo restaurante de los Hishida, sito en el elegante y comercial barrio de Ginza, en una calle angosta y estrecha y cuyo exterior no deja entrever las sorpresas que nos aguardan. Me recibe Tomiko. Me hace quitar los zapatos y rápidamente noto un fuerte olor a incienso y las notas de un cantante de ópera que amenizará toda la velada. El almuerzo será compartido con siete damas de la alta aristocracia tokyota y, a su vez, socias del exclusivo Club  Mibu. El único lenguaje que nos une es el de la mejor gastronomía y el amor por el Japón tradicional.
Tomiko me explica con respeto reverencial en qué está basada la cena de ese trimestre  y todos los detalles cosmológicos y artísticos que iban a guiar el efímero menú que Hishida ha compuesto para sus privilegiados y únicos 300 comensales en el mundo que pueden acceder al mismo durante esta estación: un menú típico kaiseki nos espera: platos en progresión de olores y sabores, también de simbolismos en cada una de sus creaciones... Yuzu (un sabor entre la lima y la mandarina), pez globo (un pez venenoso para quien no sabe tratarlo), sashimi de langostino, sopa dashi con tubérculos japoneses y habas de soja... Y arroz. Sin más. Sólo arroz cocido que nos lo presentan en una hoja de loto y que parece nacer del interior de una burbuja de agua. Todo sencillo, todo fácil. Y, por supuesto, nada de carne.



El menú de Mibu es consecuencia de valores profundos como el apego por los espacios vacíos, fruto de la depuración de todo lo superfluo."La gran diferencia entre un europeo e Ishida es que el primero puede cocinar con las manos, con los sentidos, con el cerebro e incluso con el cariño, pero nunca con el alma como lo hace él",  Ferran Adrià dixit.
La experiencia de Mibu es fiel reflejo de las edades de Japón, de la dicotomía entre modernidad y tradición, entre el futurismo de Tokyo y  la tradición de la sede imperial Nara, donde los ciervos aún vagan en libertad. Esa diatriba preocupa profundamente a Hiroyoshi que no tiene descendencia directa y teme que se pierdan esos valores únicos de la cultura y gastronomía tradicional japonesa.  Aunque a mi humilde juicio,  el legado de Hiroyoshi está a salvo, ya que es universal y sus herederos son todos los grandes chefs vanguardistas que ha inspirado y emocionado: entre ellos,  muchos de los grandes cocineros de España, que han hecho de nuestro país, la primera potencia gastronómica a nivel mundial.
Al día siguiente del milagro Mibu, los Ishida me invitan a meditar (la meditación, punto culminante de la sabiduría oriental, es ver tu vida en posición de testigo)  a su templo ZEN de Tokoji, en el barrio de Toshima-ku, en Sugamo. Posteriormente estuvimos dialogando sobre la cultura tradicional de Japón y sobre su inagotable y maravillosa relación con la gastronomía

¿Por qué Mibu es tan valioso? ¿Qué le hace único? Ha sabido conservar su característica más preciada: la escasez. Son precisamente la escasez y la tradición los atributos que mejor explican la esencia y el alma de Mibu.
¿Y además de Mibu? Otras experiencias gastronómicas en Tokio son comer tempura en Kondo, fugu en Yamamoto, comida Shojin en Daigo; y, en cuanto a shushi y por este orden: Mizutani, Saito, Jiro o Harutaka; para ser víctimas de la comida tradicional no hay que olvidarse de Kanda, Seisoka, Toyoda, Suetomi o Tetsuan. Y en Kyoto, Kikunoi y Kitcho que son maravillosos, sin dejar a un lado también Nakahigashi, Kinsuitei, Hyotei o Chihana. Ninguno de ellos es Mibu, pero todos son Japón.
Y es que en Japón es fácil caer en el 'síndrome de Stendhal', la enfermedad psicosomática derivada de una sobredosis de belleza y placer, con una degustación matutina del sushi más fresco del mundo en la lonja de pescadores de Tsukiji, con un baño en sus fascinantes Onsen.  Zen en los jardines de Kioto.  O comer ternera de Kobe en Kobe y también ternera de Ozaki. Ver un combate de sumo en la escuela de los campeones; y visitar la  isla de Hokkaido, donde viven los Aimus, Meoto Iwa, en la costa de Futami; el tren imperial,  el Castillo de Nagoya,  el monte Fuji,  el Hanami; y por supuesto intentar dormir en los inaccesibles  Ryokanes de Kyoto algunos de ellos reservados a jefes de Estado, acceder a las cerradísimas escuelas de maikos (aspirantes a Geisha)  y deleitarse, con su actuación de Shamizen y baile de los abanicos mientras cantan poemas de antigua casa de Té. ....
Me despido citando a Hesse: "La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede admirarla". Y al Dr.Lair Ribeiro: "La vida no se mide por el número de veces que respiras, sino por los momentos en los que pierdes el aliento."
MIBU. Edotsune Bldg., 2F. 3-2-12, Ginza, Tokio.
Fuente Alberto Díez EL MUNDO

lunes, 11 de febrero de 2013

VINE LA CUARESMA ¡VIVA EL PESCADO!



Se terminó el Carnaval y  nos impusieron la ceniza, abriéndose así  las puertas a la Cuaresma. Este periodo tiene una gastronomía propia,  ya que la Iglesia pide a sus fieles el ayuno  -una sola comida completa al día y líquidos o alimentos muy ligeros-  el  miércoles de ceniza y el viernes santo, y  la abstinencia de comer carne los viernes, esto hace que aparezca el pescado y la verdura y  todo lo carnívoro desaparezca.

Obviamente el enfoque gastronómico cambia radicalmente y se preparan  postres y dulces propios de esta época,  como los buñuelos, crespillos, las torrijas, o la capirotada, dulce.

Los platos que triunfan son las verduras y el pescado. Hay  verdaderas  delicias verdes, como  la lasaña vegetariana, preparada con brócoli, coliflor, zanahorias, champiñones, margarina, leche y nuez moscada, y los creps de espinacas, que incluyen requesón, cebolla y ajo; las berenjenas al  horno, arroz de verduras … además de las mil y una ensaladas.

Si queremos salir por Santa Cruz de restaurantes  en estos días de cuaresma hay dos alternativas, restaurantes vegetarianos,  de los que hablaremos otro día, o los restaurantes cuya especialidad son mariscos, frutos de Mar y pescados de nuestros ríos  amazónicos.

Desayunar pescado no es una locura, para eso le recomiendo ir al mercado de La Florida o a  los locales adyacentes donde encontrará gran variedad  en todas sus formas y especies, en sopas, fritos o a la brasa, desde la Dorada al Pacú pasando por el Surubí. Ahora bien, si encuentran Sábalo o la Yatorana, conocida también como salmón de agua dulce, puede aplaudir con las orejas esto es un festín.

Locales especializados que doy fe que pueden disfrutar de pescados marinos le recomiendo dos. El “Buen Gusto” en Equipetrol donde la cocina peruana casera y tradicional se escribe en mayúsculas por su servicio amable cálido y de corazón, allí puede pedir los pescados con salsa blanca, chupes, a la famosa  sopa  parihuela y cómo no el costumbrista cebiche.

También en Equipetrol ya llegando a la Avd.  Bush tenés el “Gran Calamar” para disfrutar del cefalópodo en todas sus formas, o de uno de los mejores sabores del mar, los  camarones de tamaño U15 a la plancha solos con un toque de aceite de oliva y ajito y si busca en la carta encontrará  cualquier animal marino de las costas del Pacífico para cumplir con el precepto cuaresmal.

Termino con el restaurante de pescado que más me gusta “TUCUNARÉ”, en la calle Republiquetas. Allí degustará los peces del Beni según temporada, sobre todo, la Corvina, el Tucunaré o la Piraña frita. A mí me gusta pedir la Corvina frita y una vez terminada, solicitar al mesero que te saque las perlas  a la Corvina y hacer con ellas unos aros para la dama que este en tu mesa.  Eso si el pescado en cualquiera de sus formas y maneras, siempre acompañado de un buen vino blanco boliviano bien, pero bien frío.


CUARESMA versus CARNAVAL
Acerca de las palabras Carnaval y Cuaresma hay que saber que tiene un origen gastronómico; Cuaresma es una contracción de las palabras latinas “quadragesima diez”, que significa “día cuadragésimo”. Esta celebración se constituye por un período de cuarenta y seis días, instituida por la iglesia católica en el siglo IV de nuestra era, para conmemorar los cuarenta días que Jesucristo permaneció en el desierto, antes de entrar en Jerusalén y prepararse para la semana Santa, con el ayuno y la abstinencia de carne.
Por lo que respecta al Carnaval que antecede a la Cuaresma y nos avisa que viene la Cuaresma,  es una palabra cuyo origen es incierto. Unos dicen que  procede del nombre de los carruajes que simulaban naves “curlis navalis”. Otros lo traducen de “caro vale” que podría significar “adiós a la carne”, entendiéndose por carne los placeres de la carne ya sea el alimento o el sexo. Si bien lo más consensuado es que viene de Carnestolendas del latín “carnes tollendas”, que puede traducirse por carnes que son retiradas o son quitadas

TRAS LOS CARNAVALES LA CUARESMA
Tras los Carnavales, la siguiente cita festiva es la Semana Santa, días en los que se conmemora la Pasión y Muerte de Cristo. La beatitud y la espiritualidad se combinan con el fervor popular de los que participan en procesiones, oficios y visitas a los templos. Pero las jornadas festivas también traen vacaciones y citas familiares, por eso, una buena mesa es fundamental en estos días. El pescado, las ensaladas y los dulces son los protagonistas de la gastronomía típica de esta semana y de los 40 días antes llamados Cuaresma.

QUE DICE LA IGLESIA
Corre el mito que el ayuno de los viernes y durante la cuaresma fue impuesto en el año 998 A.D por el Papa que estaba interesado en el comercio de la pesca. Ahora bien este en la comunidad cristiana se practicaba en tiempo de Cristo y luego por los apóstoles. El catecismo dice: “Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido 14 años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años.”

viernes, 8 de febrero de 2013

Llega el CARNAVAL ¡ Viva el Churrasco ¡



En nuestra querida Santa Cruz de la Sierra, Carnaval y churrasco, son el uno para el otro. Y en el churrasco, la carne es para el vino tinto; y siendo más categórico sin vino no hay un buen churrasco.

Ya pasó la estrafalaria moda de la cerveza y la soda como acompañamiento del churrasco, que sólo deben ser refrescantes mientras se alistan las brasas porque el ‘maridaje’ perfecto de la carne es el vino.

El vino siempre tinto, de las variedades cabernet sauvignon, shyra, pinor noir, malbec, tempranillo o garnacha son las que mejor se complementan con todas las carnes y otras menudencias a la parrilla.
Sobre los cortes, en Sudamérica cada país tiene su propio arte. Es difícil encontrar en Argentina una punta de S, como la conocemos en Bolivia; o un corte redondo en Bolivia, que es el más común en Chile.
Asimismo, el corte es importante, pues cambia los matices, textura y sabor de un buen bife.No debemos confundir las partes de la res y el corte en diferentes estilos como mariposa, fino, español o redondo, porque un filete puede resultar tierno o duro según el corte realizado debido a la dirección que toman las fibras de la carne en el filete.

Para conseguir la mayor terneza del filete el corte debe ir transversal a la dirección de las fibras y así los dientes podrán separarlas mejor, salvo el lomo y los cortes de la cadera.
Con estos conceptos claros, los carnavaleros pueden salir en búsqueda de la carne y para no pelarle les recomiendo algunos buenos friales como Corte Sano, Fricarnes, HiperCarnes, Hipermaxi, ICE Norte, Nelore o Sr Carne.

Por último si el “horno no está para bollos” y prefieren comprarlo hecho en la ciudad tenemos muy buenos establecimientos para este menester gastronómico, entre los que menciono los más apreciados que son La Caballeriza, Los Hierros, El Arriero, El Fogón, Che Gaucho, Don Miguel, Santa Brasa, La Casa del Camba, La Buena Mesa y Tierra de Fuego.

Ya sabe, Carnaval es el recuerdo de que pronto le quitarán la carne “Carnes Tollendas”, así que a aprovechar la ocasión antes de la Cuaresma porque la carne dará paso al pescado.

Cómo hacer un buen churrasco
1  La parrilla debe estar a 50 cm de la brasa que tiene que ser distribuida homogéneamente en la base de la churrasquera. No tener llamas entre las brasas.
2  Al comprar carne calcular medio kilo por persona. No agregar la sal gorda antes de que la carne empiece a sudar. Los términos de cocción pueden ser roja  y sangrante, tres cuartos , media, muy cocida. 

Ramón Freixa PUBLICADO: LEER  EN EL DEBER 08/02/2013