La literatura del siglo de Oro nos dice que: "Comer sin vino, comer mezquino", entendiendo "mezquino" como sinónimo de "miserable".
En Santa Cruz esto se da, ya que no existe esta cultura del vino. Me resisto, de verdad, a considerar que la sociedad cruceña de hoy es una sociedad mezquina.
Lo que si me parece mezquino es la actitud de muchos restaurantes que están boicoteando que la gente tome vino. No por que no lo ofrezcan, si no porque ofrecen un producto con un precio inalcanzable.
Ahora que estoy en Chile observo que cada vez se ve a más gente comer sin vino en los restaurantes. Pero no es por los precios
Hace sólo unos días, en uno cuya carta de vinos es realmente buena y asequible, de los diez comensales que ocupábamos sus mesas -esa es otra, la flojísima concurrencia a los restaurantes en estos momentos- sólo tres bebíamos vino, mientras otros tres comieron con cerveza -una copa solamente cada uno- y los otros cuatro con agua.
Menos mal: podía haber sido peor, podía haber habido alguno que apelase a algún refresco.
Pero este no es el caso de Santa Cruz.
En Santa Cruz la gente no bebe vino, por falta de cultura enológica y por que los responsables de los restaurantes (la gran mayoria no todos) son mezquinos.
Son Mezquinos porque ponen un precio al vino prohibitivo. El les pongo un ejemplo real: Una botella de Cabernet Sauvignon que cuesta comprada en el distribuidor 37 pesos (o en góndola 45), en una carta de un conocido restaurante aparece a 135 pesos, es decir no una vez su precio, sino tres veces más de el precio que le ha costado al restaurante. Más que toda la comida.
La mayoria de los restaurantes de Santa Cruz, se han creido que el vino es la gallina de los huevos de oro, donde duplicando y triplicando el precio hacen plata fácil.
Creo que cometen un gran error, lo que están haciendo es que la gente no consuma vino en los restaurantes, y no se dan cuenta que si el cliente esta satisfecho y el precio es asequible el cliente consumiría más y lógicamente haría más dinero que cometiendo la mezquindad de triplicar o doblar los precios de coste. Estos márgenes que ponen en el precio del vino es de mezquino y poco inteligente.
Por un lado los distribuidores de vino tendrían que convencer a los restaurantes que esto es así y que se hacen lo que aquí les digo el negocio del vino les irá mejor a todos, restaurantes y distribuidores.
Favor por el bien de la cultura del vino adecuen los precios a la realidad, no sigan con esta política mezquina. Por el bien de sus negocios y de la cultura del vino gracias. RAMON FREIXA
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