Christian Gillieri y Fernando Crucci son el dueto de Cheff que forman parte del excepcional completo resort a pocos kilómetros de Luján que con el nombre de Elevage RESORT , se ha convertido en uno de los lugares más singulares de descanso cerca de la capital Argentina.
Para descansar hay que comer bien, o mejor dicho si uno descansa bien tiene los sentidos m{as dispuestos para apreciar el arte gastronómico y enológico. Con esta Tesis los egresados del Instituto Argentino de Gastronomía han construido una contundente respuesta a estas premisas.
Gilleri que antes de recalar en este rinconcinto de las campas de Luján, ha pasado por Serabia Carabaza y por México, ha entendido muy bien cuál es su propuesta para los comensales de este Resort, donde mezcla los tradicionales asados argentinos y la cocina de autor.
Me meto entre los fogones y las cazuelas, me acerco a las brasas del asado y le pregunto a Gilleri, ahora que le veo acalorado, cual es el secreto de un buen asado.
“Lo primero la calidad de la carne, siempre en la cocina lo primero la materia prima de primera, luego la mano del asador, el fuego y sin prisa pero sin pausa que la carne se impregne de calor y de los aromas propios de los rescoldos de la buena leña”
Para estos cheff la gastronomía Argentina de estos comienzos del siglo XXI se define como una fusión internacional: “Es una mezcla de muchas culturas donde la carne y la pasta se llevan la palma. Hay mucho de italiano, cocciones al estilo francés, la impronta hispana y lo que quedo de los antiguos pobladores de la pampa. Esta tradición pesa mucho en la nueva cocina Argentina”.
Para Gilleri esto no quita para nada la innovación “Hay una nueva forma de hacer las cosas influenciados por la “new age” de los Adria o Arzak pero lo tradicional nos marca, a pesar de ello también tenemos propuestas de cocina de autor”
Ante esta contundente afirmación de los Cheff les pedimos la receta de sus platos de firma donde otros destacan Las PAPAS RACLETTE “Lonja de papas y arriba una mezcla de cebollas de varios tipos con un bautizo de Martini, provolone gratinado y queso raclette todo ello con una suave capa de vinagre agridulce”
Lo segundo que nos sugieren es unos raviolis gigantes de verduras, cuatro o cinco veces más grande que los normales con una masa de hongos secos bien a los cuatro quesos o con la típica Bolognesa.
Todo ello hay que maridarlo, si bien teníamos varios vinos para elegir, no era la oferta muy abúndate para un establecimiento de calidad como este. Ellos apostaron, como no, por el embajador del vino argentino el malbec.
Gran Cocina, mejores personas, muy buenos meseros y un lugar para anotar y no dejarlo escapar, eso si en vinos habría que mejorar y sobre todo mejorar en la guarda pues la temperatura no era la adecuada para su degustación. Este lunar no empaña de ninguna manera el gran trabajo y el buen estilo de la gente que allí trabaja.
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