Nuestro gran amigo Jorge Hevia deja Roma y no se olvida de los restaurantes de los locales tradicionales de siempre. Jorge a desempeñado hasta ahora la función de consejero cultural de la Embajada de España en Italia desde 2008, se despide de Roma con un recorrido por las trattorias que más le gustan. Ya antes conocia muy bien la Ciudad Eterna pues entre 1992 y 1996, entonces como consejero de la Embajada ante la Santa Sede. Como buen diplomatico regresa a España con este genial artículo gastronomico que nos detalla los lugares del buen yantar en la Roma de la bohemia, personalmente les aseguro que cuando regrese a Roma recorreré todos estos sitios que cita Jorge.
En Roma, como en toda Italia, se come muy bien. Son muchísimos los restaurantes, trattorias y pizzerías en la Ciudad Eterna. Es evidente que un porcentaje elevadísimo de romanos vive del negocio de la restauración porque hay en Roma más restaurantes que bares en Madrid. Después de mucho tiempo en la capital de Italia he llegado a la conclusión de que aquí conviene olvidarse de los restaurantes de vanguardia seguidores de «la nueva cocina» y optar por frecuentar las trattorias sencillas y las no tan sencillas o incluso de lujo. Es en estos locales donde uno se siente plenamente a gusto en Roma. Por eso, me gustaría compartir con los lectores algunos de mis restaurantes romanos favoritos:
Restaurante Nino en Via Borgognona, muy cerca de la plaza de España y de la residencia de la Embajada de España ante la Santa Sede. Restaurante florentino, creado en 1934 en otra calle cercana y desde hace décadas en su actual ubicación. Magníficas las alubias blancas frías con aceite, la ensalada de farro, las alcachofas a la romana, los fritos de fiori di zucca (flor de calabacín) y los tagliatelle al ragú. La carne es su gran especialidad, destacando la tagliata (carne a la parrilla) y el filete Ascè. El servicio es muy profesional, si bien entre todos los camareros me gustaría tener un recuerdo especial para mi buen amigo Dario.
Restaurante Nino en Via Borgognona, muy cerca de la plaza de España y de la residencia de la Embajada de España ante la Santa Sede. Restaurante florentino, creado en 1934 en otra calle cercana y desde hace décadas en su actual ubicación. Magníficas las alubias blancas frías con aceite, la ensalada de farro, las alcachofas a la romana, los fritos de fiori di zucca (flor de calabacín) y los tagliatelle al ragú. La carne es su gran especialidad, destacando la tagliata (carne a la parrilla) y el filete Ascè. El servicio es muy profesional, si bien entre todos los camareros me gustaría tener un recuerdo especial para mi buen amigo Dario.
Trattoria Il Tritone. No lejos de la Fontana de Trevi, junto a la Via del Tritone. Diversas ensaladas, destacando las de alcachofas, salmón y gambas. Spaghetti alle vongole (con almejas) o caccio e pepe (con queso y pimienta, plato muy sencillo y típico plato romano), ravioli di zucca al tartufo y los tradicionales maialino (cochinillo) y abbacchio (cordero). Pregunten por Pasquale, Ennio o Pino, representantes de lo mejor de los profesionales del sector: amables, cultos, siempre atentos.
Al Moro. Muy cerquita de la Fontana de Trevi. La última vez que estuve me topé con el actor Richard Gere. Trattoria elegante en la que siempre quedas bien si tienes que invitar a alguien. Su especialidad, antipastos de verdura y pescado.
Pizzeria Le Coppelle. La gente cree que es fácil comer buena pizza en Roma y, sin embargo, no es así. Hay muchas, pero la mayoría son frecuentadas por turistas e ignoradas por los romanos. Ésta, sin embargo, es una de las pocas en el centro donde el amante de la verdadera pizza -fina, nunca demasiado gruesa- no saldrá defraudado. Y para beber, cerveza.
Della Campana. Para la gran Guía de trattorias «Mangiarozzo» es una de las 20 mejores de Italia y una de las 2 romanas de esa lista (la otra es Matricianella. Al parecer esta trattoria fue fundada a finales del siglo XV y en ella solía comer el pintor Caravaggio. Muy rica la Vignarola (una menestra de verduras romana que también ofrecen en Nino). La única pega es que el local a veces resulta ruidoso.
Matricianella. Es la otra trattoria romana destacada por la guía «Mangiarozzo». Probad los fritti di baccalà (fritos de bacalao), los bucatini alla vaccinara o los spaghetti alla carbonara (con tocino y huevo). Gran carta de vinos. Se encuentra en la Via del Leone, muy cerca de la bella plaza de San Lorenzo in Lucina, cuyas famosas cafeterías con terraza Ciampini y Vitti suelen frecuentar los lugareños.
Lo Scarpone. En Via Porta di San Pancrazio, cerca del hermoso parque Villa Pamphili y no lejos de la residencia del embajador de España en Italia. Con un espléndido emparrado durante los meses de buen tiempo. Los domingos a la hora de comer es frecuentado por monseñores y cardenales, lo que prueba que se come bien sin gastar mucho. Antipasto variado, buena carne y fritto misto di paranza (gambas, calamares y pescadilla). Buenos tintos y óptimo -y económico- blanco de los Castelli romani (alrededores de Roma).
Fortunato al Pantheon. Frecuentado por políticos y periodistas ya que está cerca de la Cámara de Diputados y del Senado. Sobresalen la ensalada de gambas, piñones, tomate cherry y rughetta, así como el pescado en general. Otro sitio donde siempre te deja bien.
Otros locales clásicos son Piperno y Il Portico d'Ottavia, ambos en el Ghetto o barrio judío, Checco er Carretiere, en el Trastevere, y Dal Bolognese, en la Piazza del Popolo. Pero yo me quedo con los antes mencionados, por haberlos frecuentado y por haberme aficionado a ellos.
JORGE HEVIA
Gracias Jorge yo me acordaba del Cabaliero Fieramosca en el Trastevere, pero unos amigos me han dicho que ya no existe.